Los Picos de Europa y la Ruta Transcantábrica en Moto

Los Picos de Europa, una de las formaciones montañosas más emblemáticas de España, ofrecen una experiencia única para quienes recorren la Ruta Transcantábrica en moto. Ubicados en el norte de España, este macizo calizo forma parte de la Cordillera Cantábrica y se extiende por Asturias, Cantabria y León, presentando una diversidad geográfica impresionante que cautiva tanto a amantes de la naturaleza como a los aventureros sobre dos ruedas. Con alturas que superan los 2.600 metros, los Picos de Europa proporcionan un paisaje montañoso espectacular a pocos kilómetros del mar Cantábrico.

Un Entorno Natural Imponente

A lo largo de la Ruta Transcantábrica, los motociclistas pueden disfrutar de la transición entre la costa y la montaña. Los Picos de Europa, que abarcan una superficie de más de 67.000 hectáreas, son una parada obligatoria para cualquier viajero que desee combinar la emoción del viaje con la belleza del paisaje. La carretera serpenteante que atraviesa el parque nacional permite a los motociclistas recorrer los valles y desfiladeros que separan los tres grandes macizos del parque: Cornión, Urrieles y Ándara.

Cada uno de estos macizos presenta sus propias características, desde el agreste perfil del Naranjo de Bulnes hasta las extensas praderas que rodean los Lagos de Covadonga. Para los motociclistas que buscan una experiencia completa en la naturaleza, los Picos de Europa ofrecen una combinación perfecta de desafíos en carretera y momentos de contemplación.

La Historia y el Alpinismo en los Picos de Europa

Uno de los aspectos más fascinantes de los Picos de Europa es su historia. Estas montañas han sido testigos de algunos de los primeros ascensos en la historia del alpinismo español. En 1904, Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, y su guía, Gregorio Pérez «el Cainejo», conquistaron por primera vez el Naranjo de Bulnes, marcando el inicio del alpinismo en España. Hoy en día, esta montaña sigue siendo un punto de referencia para los escaladores, y su imponente presencia es una de las vistas más impresionantes que los motociclistas pueden disfrutar al recorrer la Ruta Transcantábrica.

El macizo de los Urrieles, donde se encuentra el Naranjo de Bulnes, es el más agreste y elevado de los tres que forman los Picos de Europa. Con catorce cumbres que superan los 2.600 metros, ofrece un desafío visual y geográfico que acompaña a los motociclistas mientras recorren las estrechas carreteras que atraviesan la región.

La Ruta del Cares: Un Desvío Espectacular

Uno de los tramos más recomendados para los motociclistas que recorren los Picos de Europa es la Ruta del Cares. Este camino, que sigue el curso del río Cares, conecta las localidades de Caín y Poncebos, y ofrece algunas de las vistas más impresionantes del parque. Conocida como la Garganta Divina, la Ruta del Cares es una excursión perfecta para quienes desean aparcar la moto y disfrutar de una caminata entre desfiladeros espectaculares y puentes vertiginosos. La estrecha senda que bordea la roca es una de las más populares entre los senderistas, y para los motociclistas, es un excelente desvío para contemplar de cerca la majestuosidad de los Picos de Europa.

Los Lagos de Covadonga: Un Clásico Imprescindible

Para los motociclistas que recorren la Ruta Transcantábrica, la subida a los Lagos de Covadonga es una parada obligatoria. Este conjunto de lagos glaciares, ubicados en el macizo del Cornión, es famoso no solo por su belleza natural, sino también por ser un lugar icónico en el ciclismo, ya que es una de las etapas más famosas de la Vuelta a España. El ascenso a los lagos, con sus curvas cerradas y vistas panorámicas, es una de las rutas más emocionantes para cualquier motociclista. Una vez en la cima, los viajeros pueden disfrutar de la tranquilidad de los lagos Enol y Ercina, rodeados de montañas imponentes y prados verdes.

Este desvío en la Ruta Transcantábrica permite a los motociclistas conectar con la naturaleza en su estado más puro, ya que los Lagos de Covadonga están dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, el primer parque nacional de España, creado en 1918. Además, en las cercanías de los lagos se encuentra el Santuario de Covadonga, un lugar de gran importancia histórica y religiosa, que es el punto de partida simbólico de la Reconquista española.

Flora y Fauna de los Picos de Europa

Los Picos de Europa no solo son una maravilla geológica, sino también un refugio para una rica diversidad de flora y fauna. Mientras los motociclistas recorren las carreteras del parque, es común observar especies únicas de la región, como el rebeco cantábrico, que habita en las zonas más elevadas, o el águila real, que sobrevuela majestuosamente las cumbres. Además, en las áreas boscosas, es posible encontrar ciervos, jabalíes y zorros, lo que convierte a esta área en un paraíso para los amantes de la vida salvaje.

La vegetación de los Picos de Europa varía según la altitud. A mayor altura, la pradera alpina domina el paisaje, mientras que en las zonas más bajas es posible encontrar bosques de robles, hayas y fresnos. Este contraste de ecosistemas es uno de los principales atractivos del parque, y para los motociclistas, la ruta ofrece una experiencia visual que cambia a medida que se avanza por las distintas altitudes.

Conexión con la Ruta Transcantábrica

La Ruta Transcantábrica en moto es conocida por su belleza escénica y sus desvíos hacia algunos de los lugares más emblemáticos del norte de España, y los Picos de Europa no son la excepción. La cercanía de las montañas con la costa cantábrica permite a los motociclistas disfrutar de un contraste único entre el mar y la montaña, y la posibilidad de experimentar tanto la brisa marina como el aire fresco de las alturas.

El recorrido por la N-625 y otras carreteras locales que atraviesan los Picos de Europa ofrece una combinación perfecta de curvas emocionantes y vistas panorámicas, lo que convierte a esta sección de la Ruta Transcantábrica en una de las favoritas para los motociclistas. Además, las paradas en pequeños pueblos como Sotres o Cabrales, famosos por su gastronomía y la producción de quesos artesanales, permiten a los viajeros disfrutar de la rica cultura local.

Conclusión: Los Picos de Europa en la Ruta Transcantábrica en moto

Los Picos de Europa son, sin duda, uno de los puntos culminantes de la Ruta Transcantábrica en moto. Su combinación de paisajes montañosos, historia, naturaleza y aventura hacen de este destino un lugar imprescindible para cualquier amante de las dos ruedas. Desde la majestuosidad del Naranjo de Bulnes hasta la serenidad de los Lagos de Covadonga, los Picos de Europa ofrecen una experiencia completa que mezcla adrenalina y contemplación. Así, los motociclistas que se aventuren por estas tierras encontrarán no solo un desafío para sus habilidades en la carretera, sino también una conexión profunda con uno de los paisajes más impresionantes de España.

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