Viaje en moto al norte de México. Día 3. La Ciudad – H. del Parral

Viaje en moto al norte de México. Día 3. La Ciudad - Hidalgo del Parral

Diario de viaje en moto al norte de México. Día 3. La Ciudad – Hidalgo del Parral

El despertador suena de nuevo a las seis de la mañana. Queremos salir temprano pues el viaje en moto de hoy tiene 550 Km de los que 150 Km son de pura curva desde La Ciudad, el pueblo donde estamos hasta Durango y a partir de Durango el trazado cambia de forma radical: llanuras con rectas interminables.

Una vez cargada Patagonia comienza la ruta y ya en los primeros kilómetros mis manos echan de menos los puños calefactables que llevo en la Versys 1000 en España. Lety también se resiente con los -8ºC pero la belleza del paisaje compensa. Nos reímos del pequeño punto de locura que tiene la situación y concluimos que si se da otra situación como esta, no madrugaremos tanto.

El frío sigue golpeando con dureza inesperada. El termómetro de Patagonia marca -4ºC que en realidad son -8ºC. Nunca he viajado en moto con estas temperaturas. Habrá que ir muy pendiente de las placas de hielo que puedan haberse formado durante la noche en la carretera. Por suerte el cielo está despejado, sin nubes y estimo que el frío intenso nos dará batalla durante las primeras tres o cuatro horas de la ruta.

Conduciendo al límite

La conducción durante la primera hora es tensa. El riesgo de patinar en las múltiples umbrías que tiene la ruta me hace ir con mil ojos. Si el hielo en coche, con cuatro ruedas es peligroso, en moto es terriblemente peligroso. Paciencia, atención y a esperar que el sol se eleve en el cielo. El termómetro de Patagonia sigue en -4ºC que en realidad son -8ºC. Paramos a calentarnos en un lugar donde da el sol y me caliento las manos con el tubo de escape. No entiendo por qué pero me entra muchísimo frío por la zona lumbar. El resto del cuerpo excepto manos y pies soporta bien el frío. Lety da saltos para entrar en calor. Nos miramos y nos partimos de risa por la situación. Seguimos ruta sabiendo que la temperatura subirá y el frío pasará. Mi estómago reclama alimento.

Llevamos recorridos la mitad del camino hasta Durango, unos setenta kilómetros. A partir de aquí, disminuyen las curvas y se suaviza el trazado. Las primeras rectas aparecen, el sol brilla más alto y sube la temperatura ligeramente. Ver 0ºC en el cuadro de mandos de Patagonia nos hace sentir menos frío aunque sabemos que seguimos a -4ºC. Qué maravilla sentir tanto agradecimiento por un grado más de temperatura. Es en estas situaciones cuando entiendes que la belleza de la vida está en lo simple.

Ciudad de Durango. En el centro del altiplano

Tras dos horas y cuarto de viaje desde que salimos de La ciudad, llegamos a Durango y nos dirigimos a su centro histórico. Desayunamos en el Restaurante el Zocabón. Como siempre nos gozamos el desayuno como se hace en México: abundantemente.

Viaje en moto al norte de México. Durango
Llegada a Durango

Tras dos horas de estancia en Durango ponemos rumbo hacia Hidalgo del Parral pero antes debemos hacer un upgrade de ropa. Hay que quitar bastantes capas pues la temperatura ya es más que aceptable y a partir de aquí el frío pasa el protagonismo a un tiempo agradable y perfectamente llevadero. Salimos de Durango por la Avenida Cuauhtémoc que desemboca en la federal 45 dirección a Hidalgo del Parral.

Rodando en el altiplano

Durango queda atrás y el paisaje se aplana. A medida que ganamos kilómetros aumentan las rectas convirtiéndose en líneas interminables que se pierden en el horizonte. De vez en cuando el relieve de pequeñas lomas rompe una recta y somos obsequiados con una o dos decenas de curvas para luego volver a la inmensidad de la planicie que se ve surcada por nuevas rectas inalcanzables para la vista. Patagonia rueda a un tren elevado pero cómoda. Miro a derecha e izquierda y las escenas del lejano oeste americano suceden ante mí solo que esta vez la montura tiene dos ruedas y un motor. Patagonia necesita combustible y nosotros parada técnica. Nos desviamos unos kilómetros a la gasolinera más cercana en San Juan del Río.

Dos horas y media más tarde nos detenemos en la localidad de Mariano Matamoros. A pesar de que estamos a veintitrés kilómetros de nuestro destino, necesitamos parada técnica. Ya casi estamos.

Hidalgo del Parral. Parada y fonda en nuestro viaje en moto

Llegamos todavía de día al Hotel Los Arcos en Hidalgo del Parral, descargamos y pedimos consejo para cenar buena carne. El empleado del hotel nos recomienda el restaurante La Fogata. No nos defrauda. Buena cena en nuevo estado: Chihuahua. Mañana nos internaremos de nuevo en la Sierra Madre Occidental para cruzarla esta vez de este a oeste. Objetivo para mañana, la ciudad de Creel famosa por su proximidad a las Barrancas del Cobre.

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